CARLOS LARA | MAESTROS PINTORES
Pintores de Oficinas en Madrid.
Soluciones rápidas y eficientes para un trabajo profesional y adaptado a los horarios de tu negocio para no interrumpir tu rutina de trabajo.
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PINTORES DE OFICINAS PROFESIONALES.
Somos profesionales honestos y comprometidos con nuestro oficio, utilizamos los mejores materiales que hay en el mercado. Al fin y al cabo la pintura es lo más importante y el impacto en el presupuesto no justifica utilizar materiales de poca calidad y baratos. Una ejecución esmerada y detallada es lo que marca la diferencia entre una trabajo barato y uno económico, en el que la relación calidad-precio están ajustadas al máximo para que al cliente le merezca la pena el gasto y las molestias.
Te ayudamos con el proyecto de pintura e interiorismo de tu espacio de trabajo.
Un poco de ayuda con el color.
Es fundamental elegir un esquema de color que te ayude a conseguir un espacio energético y productivo.
La oficina debe ser un espacio funcional y equilibrado. Esto significa que el lugar de trabajo ha de facilitar la concentración y al mismo tiempo ha de ser estimulante y creativo. De esta manera reducimos el estres y aumentamos la productividad.
Es importante conjugar la distribución del mobiliario y el color para crear un ambiente armónico y ordenado.
El naranja y el rojo son colores de fuego. Se asocian a la vitalidad y la pasión, además son muy creativos pero resultan poco adecuados para un puesto de trabajo porque son demasado agresivos y dificultan la concentración.
El blanco y el gris son colores de metal. El blanco es un color muy luminoso, simboliza la pureza, la confianza y la tranquilidad. Genera ambientes ordenados, limpios y visualemente atractivos. Ayuda a la objetividad, la concentración y al trabajo intelectual. Tiene muy buenas cualidades; tan solo le falla la falta de calidez. Si nos decidimos por este tono en la oficina es importante que lo combinemos con otros colores suaves. El gris es una muy buena opción para la oficina, especialmente cuando se combina con azules.
El amarillo evoca sentimientos de alegría y simpatía, pero ciertos tonos de amarillo pueden producir ansiedad.
El verde es un color de madera y habla de crecimiento. Resulta muy relajante en espacios con buena luz natural ya que recuerda a la naturaleza y el crecimiento y en tonos claros previene la fatiga visual.
El verde agua o el lavanda son tonos que ayudan a la concentración mental. Algunos detalles en colores vibrantes que aporten la energía necesaria para mantenernos lúcidos y dinámicos pueden incorporarse en cuadros y objetos. El verde genera ideas nuevas e ingeniosas, por lo que resultan interesantes para quienes trabajan conquistando nuevos mercados o están cambiando el rumbo laboral.
Los tonos azules favorecen la introspección y a contactar con las propias emociones, siendo beneficioso para quienes trabajan solos.
El morado produce sensación de sanación y de calma. Si elegimos tonos pasteles puede ser un color muy adecuado para paredes y techos.
Colores naturales y tierras transmiten sensación de contención y estabilidad y ayudan a dominar miedos y preocupaciones futuras.
